Si eres un auténtico amante del cine en casa, estamos seguros que estas 7 características te definen a la perfección.  ¡Echa un vistazo!

1. En este post encontrarás

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   Solo tú puedes tocar tu sistema de cine en casa

Un sistema de cine en casa no es un equipo que todo el mundo pueda manejar y con los años has ido aprendiendo que si lo toca otra persona, este corre el peligro de romperse. Por eso únicamente TÚ puedes tocarlo, cualquier persona que se acerque a él puede ser una amenaza….

2. Si te animas a salir de casa e ir al cine, tienes una pantalla favorita

Eres un amante del cine, pero el encontrarte en una sala que no conoces, con mala iluminación, asientos incómodos… es algo que te supera. Por este motivo cuando vas al cine con tu familia o amigos insistes en ir al lugar que ya conoces, en el que te gusta la calidad de imagen e incluso donde tienes asignada tu propia fila y butaca favoritas. Y es que sin duda desde ahí las pelis se ven muchísimo mejor.

3. Tu colección de películas DVD y Blu-Ray tiene un orden que sólo tú conoces.

Porque no eres de aquellos que ordenan por orden alfabético, no; ni tampoco los que utilizan un orden cronológico de estrenos, no. Tienes tu propia forma clasificar que para ti tiene muchos sentido y que los demás nunca lograrán descifrar. Pero mejor, porque nadie es digno de tocar tu colección…

4. Sabes cuando alguien ha jugado con la configuración de tu equipo.

Si, sin duda tienes la habilidad de intuir cuando alguien ha estado toqueteando en los menús de tu televisor. Eres capaz de detectar una huella que no es la tuya en el botón de encender, o incluso más alucinante aún, tienes el poder especial de averiguar si una película que no merece ser proyectada por tu equipo de cine lo ha sido. ¡Es una habilidad especial, que le vas a hacer!

5. Tienes tu propio sito en el sofá

Como todo buen amante del cine del cine en casa, pasas mucho tiempo viendo películas, series y jugando a videojuegos, por ello conoces con exactitud todos los rincones de tu sofá. Tras valorar sus puntos débiles y los fuertes has seleccionado rigurosamente el sitio más cómodo, desde que se ve mejor la pantalla de proyección y donde estratégicamente puedes sujetar las palomitas; y lo has moldeado a la forma de tu cuerpo, para que todo el mundo sepa sin saberlo, que ahí vas tú.

6. Todavía guardas el primer proyector que te compraste

Como si de una vitrina de trofeos se tratara, todavía guardas ese proyector y/ o receptor AV que te compraste. Ese que pagaste con uno de tus primeros sueldos y al que a diario le quitas el polvo para que se conserve en las mejores condiciones. ¡Es un pequeño trofeo de vida, hay que preservarlo bien!

7. Te pasaste un día entero probando la colocación del subwoofer y el ecualizador.

Alguien se tenía que encargar de ello. Uno de tus trucos favoritos es aparcar el subwoofer en la posición de escucha y arrastrarse alrededor de la habitación para escuchar dónde suena mejor (entonces mueves el sub en esa posición y recuperas tu recliner). Aunque es un poco embarazoso cuando alguien te atrapa en el acto, pero es un precio que merece la pena pagar.

Y tú, ¿Cómo te has quedado? ¿Eres un auténtico amante del cine en casa? Comparte si es así.

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